Si quieres traspasar tu negocio, debes tener en cuenta algunos aspectos importantes, como el valor del traspaso, el contrato de arrendamiento, el inventario, el personal, los permisos y la clientela.
Aquí te dejo algunos consejos que te pueden ayudar:
- El valor del traspaso depende de varios factores, como la ubicación, el estado, la rentabilidad y la demanda del negocio. Una forma de estimarlo es aplicar un porcentaje sobre las ventas anuales o mensuales, o multiplicar el beneficio neto por un número de meses o años. También puedes consultar el valor de mercado de negocios similares en tu zona.
- El contrato de arrendamiento es uno de los documentos más importantes a la hora de traspasar un negocio, ya que determina las condiciones y el plazo del alquiler del local. Debes revisar si el contrato permite el traspaso, si hay que pagar alguna penalización o indemnización al propietario, si hay que renovar o modificar el contrato, y si hay que asumir alguna deuda o garantía.
- El inventario es el conjunto de bienes y materiales que posee el negocio, como maquinaria, mobiliario, utensilios, productos, etc. Debes hacer un listado detallado de todo lo que incluye el traspaso, con su valor y estado actual, y acordar con el comprador si hay que dejar algún depósito o fianza.
- El personal es otro aspecto clave a considerar, ya que son los que hacen funcionar el negocio y atienden a los clientes. Debes informar a los trabajadores sobre el traspaso, respetar sus derechos laborales, y decidir si quieres mantenerlos o despedirlos. También debes tener en cuenta los costos de indemnización, liquidación, finiquito, etc.
- Los permisos son los documentos legales que autorizan el funcionamiento del negocio, como la patente comercial, el permiso sanitario, el certificado de bomberos, etc. Debes verificar que todos los permisos estén vigentes y al día, y que se puedan traspasar al nuevo dueño. También debes informar al municipio, al Servicio de Impuestos Internos y a otras entidades sobre el cambio de titularidad.
- La clientela es el activo más valioso de un negocio, ya que son los que generan los ingresos y la reputación. Debes cuidar la relación con tus clientes, comunicarles el traspaso con anticipación, y asegurarte de que el nuevo dueño mantenga la calidad y el servicio que les ofrecías. También puedes ofrecer algún incentivo o beneficio para fidelizarlos y evitar que se vayan a la competencia.
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